Atención, sensación y percepción
Las sensaciones, que incluyen olores, imágenes, sonidos, sabores, equilibrio, tacto
y dolor, son los datos puros de la experiencia. Nuestros diversos órganos sensoriales
son bombardeados de manera continua por pedazos de información, que compiten
por atención y entre sí mismos, con tan poco sentido como las piezas de un rompecabezas
gigantesco. La percepción es el proceso mental mediante el cual esas piezas se
clasifican, identifican y arreglan en patrones significativos. La sensación y la percepción
son la base de la conciencia; en conjunto, nos dicen lo que sucede dentro y fuera
de nuestro cuerpo.
Empezaremos este capítulo examinando los principios básicos de la sensación: cómo
adquirimos información del mundo exterior (e interior). Examinaremos los diferentes
órganos sensoriales del cuerpo para ver cómo es que cada uno convierte la
energía física (luz u ondas sonoras, por ejemplo) en impulsos nerviosos. Pero la sensación
es apenas la mitad de la historia. Nuestros ojos sólo registran luz, oscuridad y
color, pero nosotros “vemos” un árbol. Nuestros oídos recogen ondas sonoras, pero
nosotros distinguimos entre el llanto de un bebé y una fuga de Bach. Exploraremos estos
temas en la última sección del capítulo sobre percepción.
Morris, Ch. G. y Maisto, A. A. (2005). Psicología (Duodécima edición). México: Pearson Educación. (Cap. 3). Recuperado de:
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